jueves, 16 de junio de 2016

La situación actual de la educación

Lo único que ha permanecido constante a lo largo del siglo XXI es el cambio. 
El presente y el futuro se sostienen en una mezcla de vulnerabilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad. Los problemas y las crisis de los diferentes aspectos de la sociedad mundial actual inundan las noticias diariamente: el cambio climático, los desastres naturales, la pobreza, el desequilibrio político, las guerras, el hambre, los refugiados y las epidemias son solo algunas de las dificultades del mundo moderno. Sin embargo, es imposible negar que las dos primeras décadas de este siglo también se han caracterizado por grandes avances tecnológicos que han convertido al planeta en un mundo totalmente interconectado y globalizado, algo que ha revolucionado sin vuelta atrás el funcionamiento de la sociedad en sí y, por supuesto, el entorno educativo y laboral. O en palabras del sociólogo Mariano Fernández Enguita: “no solo es un cambio de época, sino que entramos en una época de cambio; no vamos a un nuevo equilibrio estable, sino a una era transformacional, de cambio acelerado, permanente y multidireccional, con implicaciones profundas para la educación” (2016).
Para el filósofo español José AntonioMarina, el hecho de que todos los países estén en un estado de emergencia educativa es algo completamente natural, pues el sistema educativo está sometido a ley de Revans: “para sobrevivir, este debe aprender al menos a la misma velocidad con la que cambia su entorno” (2016). Así pues, el ecosistema actual exige encontrar nuevos modelos de aprendizaje continuos “[...] que no solo promuevan la adquisición de contenido, sino que también estimulen el desarrollo de competencias que respondan a las demandas del mundo actual” (Cobo y Moravec, 2011).
En el entorno escolar, estos cambios se manifiestan tanto en el alumnado, como en los profesores y el contenido que deben enseñar en el aula. Esto no significa que cada vez se busque un grupo de estudiantes más exclusivo, o profesores con más certificaciones, o más libros y videos educativos, sino que se han transformado y se seguirán transformando las relaciones dentro de la escuela: entre los alumnos y los profesores; entre el entorno y el centro educativo; entre los contenidos y los materiales de estudio.




En este contexto de transformaciones, la idea clásica de un profesor dando cátedra a un alumnado recluido en un aula resulta obsoleta y los estudiantes se limitan a adquirir conocimientos de manera pasiva a través de sus docentes, apuntes, libros de texto, artículos y, más recientemente, videos y la web (Rosique, 2009). Según Jan Philipp Schmidt, profesor de la Universidad de las Naciones Unidas, esto resulta en “[...] una formación de corto alcance que no prepara adecuadamente para los desafíos del mañana” (2010). Este proceso de aprendizaje unidireccional es conocido formalmente como Educación 1.0 y hace referencia a la Web 1.0, la cual se caracterizaba por ser estática y solo contener documentos que jamás se actualizaban y solo permitían su lectura, algo equivalente a proporcionar información de manera pasiva y lineal (Rosique, 2009).
Así pues, el educador ya no puede conformarse con recitar lo que ha aprendido en su formación profesional, sino que debe innovar y recombinar sus conocimientos profesionales, la experiencia propia y ajena, la tecnología y el entorno no escolar dentro del aula. El cambio vendrá: la cuestión es cómo, dónde, a qué coste y cuándo (Fernández, 2016).



Claudia Viridiana DiezMartínez

1 comentario:

  1. La idea del nuevo modelo 3.0 es interesante, ya que aquí los alumnos van a poder compartir conocimientos en sí y esto al mismo tiempo va a ser el impulsor de inteligencia colectiva, el ya no concebir únicamente como “escuela” y que sea vista como una actividad de la vida cotidiana, entretenida y con posibilidades para todo aquel que esté dispuesto aprender.
    En cuanto a preescolar el aprendizaje se da en pares, es muy común trabajar de manera colectiva aquí, ahí está la génesis de la educación, están las bases esenciales de la educación; en cuanto pasan a primaria, es común ver que se da una ruptura de ésta inteligencia colectiva.
    Los usos de la tecnología pueden ser muy bueno, si lo usas adecuadamente, y te brinda una gama de posibilidades extraordinarias, el problema viene un mal manejo de ellas; hay que recordar que aquí en México todavía en muchas comunidades rurales se carece del uso de la tecnología o en muchas ocasiones si cuentan con el equipo, pero con internet deficiente.
    Es un proyecto ambicioso con muchas posibilidades para todo aquél que quiera aprender, pero yo me pregunto ¿Qué va pasar con aquel que no esté dispuesto aprender?

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