jueves, 16 de junio de 2016

La Educación 3.0

Al igual que la Educación 2.0, la Educación 3.0 surge de un cambio social impulsado por un cambio tecnológico. 




Para algunos, este desarrollo se encuentra aún lejano, pero para otros la transición ya es real y la Educación 3.0 se encuentra “a la vuelta de la esquina”. A primera vista, el paso de la Web 2.0 a la Web 3.0 supone un avance en la inteligencia virtual colectiva, pero, en realidad, va mucho más allá. “La Web 3.0 es aquella que se ha generado gracias a las posibilidades de interacción entre las personas, cuyo espacio más representativo son las redes sociales, potenciando la valoración de contenidos” (López yBasilotta, 2012). Asimismo, se busca que el Internet se convierta en una plataforma más inteligente, más personalizada y más contextualizada. Por analogía, la Educación 3.0 “[...] debe evolucionar hacia formas de aprendizaje que hagan uso de los espacios invisibles para construir conocimiento práctico y valioso a nivel personal y social” (Cobo y Moravec, 2011) y supone la oferta de oportunidades educativas trans-institucionales y trans-culturales en las que los mismos estudiantes desempeñarán el papel de creadores del conocimiento compartidos a través de las redes sociales (Rosique, 2009).
Hasta ahora, la actividad educativa está generalmente limitada a entornos personales de aprendizaje cerrados. Por ejemplo, espacios virtuales administrados por profesores a los cuales se accede por invitación, lo cual reduce las redes de contactos posibles y, por lo tanto, disminuye la heterogeneidad del sitio y la creatividad de los proyectos que se desarrollen en él. Además, se pierde la oportunidad de aprender y colaborar con desconocidos. En cambio, en los entornos personales de aprendizaje abiertos de la Web 3.0, es decir, en las redes sociales, estos inconvenientes desaparecen. Además, se fomenta el aprendizaje informal colaborativo, ya que unos aprenden de otros fuera del aula, se estrechan lazos sin límites geográficos y temporales y se crean espacios de empoderamiento que potencian la libertad de expresión y el ejercicio de la creatividad. Asimismo, se incrementa la eficacia y facilidad del uso práctico de las tecnologías de información y comunicación (López y Basilotta, 2012).



Al igual que las redes sociales, las aulas de la Educación 3.0 deberán ser “[...] un espacio abierto, de experimentación, de aprendizaje práctico, de adquisición y desarrollo de competencias básicas para la formación de ciudadanos hábiles para una nueva sociedad” (López y Basilotta, 2012). O en pocas palabras: un aula más abierta y más cercana al mundo exterior. Sin embargo, para lograr esto, no basta solo el uso de la tecnología y la Web 3.0. El profesor también deberá transformarse y funcionar como un guía para sus alumnos entre toda la información disponible en Internet. El docente deberá identificar, recolectar, organizar y difundir el mejor contenido a sus estudiantes sobre un tema en específico. Así, el alumno se integra, produce e interactúa en la red social de aprendizaje, pero al mismo tiempo, da retroalimentación y aplica sus nuevos conocimientos. Esto significa que todos se convierten en co-aprendices y co-educadores y los estudiantes aprenden a trabajar, compartir y ayudar al otro en prácticamente cualquier contexto (Cobo y Moravec, 2011).


Video cortesía de AulasTics

Claudia Viridiana DiezMartínez

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